¿Dónde está la inspiración? Indras se lo preguntaba y ayer, Sabina y Serrat o Serrat y Sabina en el Palacio de los Deportes se rodeaban de ellas.
Con un bombín esperando en el escenario todos aguardábamos la aparición de estos dos genios que se hicieron de rogar para más tarde compensarnos con las casi tres horas que duró el espectáculo.
Nos recomiendan ocupar nuestra localidad y nos advierten que las musas desprestigian a notarios y huyen con poetas, con esto entendemos que Lucía y Penélope caminen del brazo de Serrat, que Joaquín tenga su princesa a su lado para darnos más de cien motivos en cada una de los 19 días y 500 noches que ¡ojalá!, hubiera durado el concierto.
Jugando con las palabras, uno al otro, se regalaban críticas y elogios. Con la rima en casi todas ellas presente introducían las canciones que el público agradecía con palmas durante todo el concierto.
Serrat se encargaba de glorificar a dios en las alturas y Sabina ponía las banderas rojas, amarillas y lilas adaptando la canción. Con el público en plena fiesta canciones como Señora, Tu nombre me sabe a yerba, Cantares, Paraules d´amor, No hago otra cosa que pensar en ti... se encontraban con Aves de paso sobrevolando pongamos que hablo de Madrid en un robado mes de abril una noche de boda con mucho ruido. Incluso los dos pájaros vestidos de Piratas enfilaban la calle Melancolía mientras nos daban las diez, las once, las doce, la una....aguantando con pastillas para no dormir.
Contigo, (y sin ti), ambos intentaron que fuera peor para el sol si decidía salir y sin embargo al entender que sería inevitable decidieron como si se tratara de un pacto entre caballeros, terminar de la mejor forma posible con un canto para la libertad.
Yo, una vez libre, sabía que este concierto me había malacostumbrado más allá de una tarde-noche de pudiera ser que fuera un martes...
Con un bombín esperando en el escenario todos aguardábamos la aparición de estos dos genios que se hicieron de rogar para más tarde compensarnos con las casi tres horas que duró el espectáculo.
Nos recomiendan ocupar nuestra localidad y nos advierten que las musas desprestigian a notarios y huyen con poetas, con esto entendemos que Lucía y Penélope caminen del brazo de Serrat, que Joaquín tenga su princesa a su lado para darnos más de cien motivos en cada una de los 19 días y 500 noches que ¡ojalá!, hubiera durado el concierto.
Jugando con las palabras, uno al otro, se regalaban críticas y elogios. Con la rima en casi todas ellas presente introducían las canciones que el público agradecía con palmas durante todo el concierto.
Serrat se encargaba de glorificar a dios en las alturas y Sabina ponía las banderas rojas, amarillas y lilas adaptando la canción. Con el público en plena fiesta canciones como Señora, Tu nombre me sabe a yerba, Cantares, Paraules d´amor, No hago otra cosa que pensar en ti... se encontraban con Aves de paso sobrevolando pongamos que hablo de Madrid en un robado mes de abril una noche de boda con mucho ruido. Incluso los dos pájaros vestidos de Piratas enfilaban la calle Melancolía mientras nos daban las diez, las once, las doce, la una....aguantando con pastillas para no dormir.
Contigo, (y sin ti), ambos intentaron que fuera peor para el sol si decidía salir y sin embargo al entender que sería inevitable decidieron como si se tratara de un pacto entre caballeros, terminar de la mejor forma posible con un canto para la libertad.
Yo, una vez libre, sabía que este concierto me había malacostumbrado más allá de una tarde-noche de pudiera ser que fuera un martes...
2 comentarios:
Vaya crónica más currada... Si hay casi más cursivas que rectivas.
OLI I7O
Qué bueno que hables así de bien del conci! Que yo he comprado entradas para el de México, en octubre, y tengo unas ganitas...
Besos!
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