Piano

Esta tarde reorganicé mi cuarto, mi madre dice que es hacer limpieza, y se conforma con que al terminar lleve una bolsa de basura con papeles para tirar. Yo lo llamo reorganizar porque me dedico a rescatar lo que ha quedado olvidado en el fondo del armario y de los cajones para devolverle la ilusión de lo que un día estuvo a mano.

Hoy he rescatado mi casiotone que tan buenos recuerdos me trae. Igual influye que ayer vi la película de El Pianista, o que hace un par de días y después de leer el consejo de Kid a su Rebequita “solo hay un camino, siéntate al piano y a por la canción” recordé tus manos al teclado en un concierto en tribunal antes de marchar a Boston y te imaginé componiendo.
Hoy no tengo tu música, pero te siento cerca escuchando canciones en las que las blancas y negras saltan del pentagrama a las teclas para que alguien las acaricie.

El concierto en la sala Galileo me recordó a ti y en estos días de coincidencias o no, ¿quién sabe?, entendí que las cosas que se hacen despacio salen mucho mejor.
Que mejor manera de terminar esta entrada en este caso con un "Chi va piano, va lontano"