En busca del tiempo...

¡Venga, a ver si nos vemos! ¿Cuántas veces hemos despedido así conversaciones con algún amigo, amiga? El vertiginoso ritmo de vida que lleva la gran mayoría hoy en día obliga a utilizar esta familiar coletilla en muchas ocasiones.

Aproveché el día festivo para estar con una buena amiga y recuperar el tiempo que llevábamos sin vernos. No podía ser de otra forma y decidimos comer en el restaurante En busca del tiempo....
Un restaurante en el centro de Madrid en el que disfrutamos de un buen ambiente y mejores platos. Con una cuidada decoración que hace recordar a los restaurantes de la sierra donde la chimenea es el primer invitado a la mesa y un trato cercano de los camareros empezamos a salivar nada más ver la carta.

Un entrante a compartir y un plato para cada uno está bien, ¿no?. Quizás con el entrante ya hubiera comido, pero había que afilar el cuchillo para acabar con el delicioso solomillo que me esperaba y aunque no soy muy dado a finalizar la comida con un postre esta vez no podía dejar que el soplete no visitara mi mesa. De esta manera el azúcar se vio indefenso ante el soplete y no pudo más que derretirse sobre la crema catalana que había pedido. Un café puso el punto final a una copiosa comida que había que digerir con un largo paseo por el centro de Madrid en una tarde soleada de un inestable otoño.

En mis planes para este puente estaba visitar el mercado gastronómico urbano de la plaza Vázquez de Mella y nuestros pasos se dirigieron hacia dicha plaza donde encontramos carpas con productos que bien entraban por los ojos bien por la nariz. Menos mal que llegamos con los deberes recién hechos y nuestro bolsillo se vio salvado por la campana, ya que en cualquier otra situación un vaso de sidra fresquita se hubiera visto acompañada de un trozo de empanada, o un "bollu preñáu" por poner un ejemplo.

Cibeles nos recibe con los preparativos del desfile VivAmérica que fue lo único que pudimos ver de una fiesta que pintaba realmente bien, no obstante para finalizar el largo día y gastar casi todas las balas que tenía preparadas mi revolver de fin de semana marcho hacia el parque ferial Juan Carlos I para desgastar mis suelas en la feria Integra donde aprovecho para saludar a unos amigos que con una permanente sonrisa atienden a todo aquel que llega a su stand.

Ahora creo que mis pies buscan el tiempo que paso en posición horizontal..