Hacía mucho tiempo que no iba al teatro, de hecho he ido pocas veces al teatro, pero los comentarios positivos que había leído y las ganas por hacer algo diferente me llevaron al Teatro Maravillas para ver esta representación.
Adaptación del guión y película de Woody Allen, que desconocía y que veré en los próximos días, tiene en Enrique San Francisco a su personaje principal, lo cual para mí era un atractivo para ir, el otro era Raúl Cimas, aunque en esta ocasión su lugar lo ocupaba Alfredo Alba, cumpliendo con su papel pero sin el toque cómico que supongo pondría Raúl Cimas en la obra.
Beatriz Santana, hija del famoso tenista, fue el descubrimiento de la noche en mi afán por ver más allá de la actuación de San Francisco...
En resumidas cuentas, recomiendo a cualquiera unas cañas por la zona y 90 minutos de carcajadas que ninguno de los asistentes pudimos reprimir.
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