Retomando las malas costumbres, decidí acercarme por Alcalá de Henares en buena compañía, compartiendo buenos momentos y disfrutando de los sitios escondidos que la antigua complutum ofrece a todo aquel que visite la ciudad sin el reloj en la muñeca y esté dispuesto a perderse por sus calles. Unas cañas en el índalo y un café en el continental es suficiente para pensar en la próxima visita. El continental sorprende a todo el que lo visite por primera vez. El edificio del siglo XVII da la bienvenida y una vez dentro sientes que el tiempo no pasa, es el mejor marco para tomar un café tranquilamente y disfrutar de una buena conversación con música ambiente que se intercala entre silencios y miradas. El inconveniente es que el tiempo sí que pasa y en algún momento hay que abandonar el café y dirigirse hacia otro rincón.
Había decidido retomar mis malas costumbres y lo hice recordando los muchos conciertos a los que he ido en el Buho Real, y alguna que otra cerveza y bocadillo en el nike. Aproveché para ir a ver a un grupo madrileño que canta en inglés, The Walks, y que aunque les queda un largo camino por recorrer, tienen un directo en acústico breve pero recomendable.
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