Ojalá

Esta vez nadie tuvo que decirme que nos fuéramos de viaje, la excusa la tenía yo. Un concierto de Maldita Nerea era un buen motivo para escaparme.
Como si de un cuadro se tratara Maldita Nerea puso el lienzo en el escenario, sacó a relucir sus mejores pinturas y esbozó durante algo menos de una hora las canciones que todas las tortugas allí presentes nos encargamos de cantar, bailar y aplaudir. Poco a poco la plaza de ..."tortugas", se fue llenando y al grito de ¡otra, otra! Jorge a contrarreloj echaba a volar una vez más.

Después de un pequeño descanso era el turno de los búfalos. Yo lo entendía así, aunque según qué mente calenturienta el nombre del grupo murciano Bluesfalos originaba otra interpretación. Decidí tomar asiento en esta parte del concierto mientras mi cabeza hacía un esfuerzo por separar la música de las letras para no tener que soñar con amuletos...

Se encargaría finalmente de pintar el cuadro Muchachito Bombo Infierno, que subido en su bombo-coche encendía el motor y se preparaba para un viaje de unas dos horas, para el que había llenado el depósito hasta arriba.
Con su banda al completo y el ruedo enfervorecido en cada golpe de bombo disfrutamos de su rumba canalla, de sus clases de aerobic, de las coreografías de los Gigoletos (trompetas, saxos,trombón) y del arte de Santos de Veracruz que daba las últimas pinceladas a un fantástico cuadro.

Dejando la condomina atrás y rodeado de amigos que hicieron sentirme como en mi casa acudimos a la Sala B para tomar algo y echar los últimos bailes. La llegada de Muchachito a la sala me hizo recordar lo que ya sabía hace mucho tiempo "Ojalá no os hubiera conocido nunca,... para no quereros siempre.."